¿Rotura de ligamento cruzado anterior (LCA)? Lo que la evidencia más reciente dice sobre cómo abordarla
- Alvaro Rodriguez Franco
- 20 may
- 2 Min. de lectura
En nuestra clínica de fisioterapia, uno de los retos más importantes que tratamos con frecuencia es la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA). Se trata de una lesión común, especialmente en personas jóvenes y activas, que puede comprometer significativamente la estabilidad de la rodilla, la calidad de vida e incluso el bienestar emocional a largo plazo.

Pero ¿Cuál es el mejor camino a seguir cuando se rompe el LCA? ¿Es imprescindible operar? ¿Puede la rehabilitación por sí sola ser suficiente? Hoy te traemos lo que la ciencia nos dice al respecto.
¿Qué pasa cuando se rompe el ligamento cruzado anterior?
La rotura del LCA suele producirse en deportes que implican giros rápidos, frenadas o saltos. Es común sentir o escuchar un "crack" en la rodilla, y que esta se hinche rápidamente. Aunque es una lesión aislada en algunos casos, lo más frecuente es que se acompañe de daños en los meniscos o el cartílago.
Los efectos no se limitan al momento del trauma: más del 50% de los pacientes desarrollan síntomas persistentes como dolor, inestabilidad o rigidez, e incluso artrosis temprana. Además, el miedo a una nueva lesión puede impedir que muchas personas retomen su estilo de vida activo.

¿Operar o no operar? Las tres estrategias posibles
Existen tres vías principales a la hora de tratar una rotura de LCA
Rehabilitación como tratamiento inicial, dejando la cirugía solo si persiste la inestabilidad.
Cirugía temprana (reconstrucción del LCA) seguida de rehabilitación.
Rehabilitación preoperatoria + cirugía + rehabilitación postoperatoria.

Y lo más importante: los estudios más recientes, como el reconocido ensayo KANON, han mostrado que a largo plazo "no hay diferencias significativas en los resultados entre quienes se operan pronto y quienes primero siguen un plan de rehabilitación".
Rehabilitación basada en la evidencia: el verdadero pilar del tratamiento
Independientemente de si hay cirugía o no, el tratamiento debe centrarse en una rehabilitación estructurada, personalizada y progresiva con objetivo de
Recuperar la fuerza muscular (especialmente del cuádriceps) |
Mejorar la estabilidad y el control neuromuscular. |
Reeducar la propiocepción y los patrones de movimiento. |
Abordar el miedo y la confianza para volver a la actividad. |
Además, se ha demostrado que esperar al menos 9 meses para volver a deportes de impacto después de una cirugía disminuye drásticamente el riesgo de recaídas.
Como es habitual en el mundo de la salud, no existe una única receta para todos. La elección del tratamiento debe ser compartida entre el paciente y el profesional, teniendo en cuenta factores como:
Nivel de actividad previo.
Presencia de lesiones asociadas.
Edad, motivación y objetivos personales.
Acceso a recursos de rehabilitación.
En nuestra clínica, creemos en ofrecerte información clara y actualizada, para que tú decidas lo mejor para tu rodilla y tu recuperación.
Sección de preguntas frecuentes (FAQs):
¿Es posible recuperarse de una rotura del LCA sin cirugía?
Sí, estudios recientes indican que aproximadamente un tercio de los pacientes con rotura de LCA pueden sanar sin necesidad de cirugía, siempre que sigan un programa adecuado de rehabilitación.
¿Cuánto tiempo dura la rehabilitación después de una cirugía de LCA?
La rehabilitación puede llevar de 9 a 12 meses, dependiendo del paciente y de su adherencia al programa de ejercicios y terapia.
¿Qué ejercicios son recomendables durante la rehabilitación del LCA?
Se recomienda un enfoque progresivo que incluya ejercicios de fortalecimiento muscular, control neuromuscular, propiocepción y entrenamiento funcional, adaptados a las necesidades individuales del paciente.
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