Tratamiento sin cirugía para la rotura de Ligamento Cruzado Anterior (LCA) : ¿es posible?
- Alvaro Rodriguez Franco
- 3 jun
- 2 Min. de lectura
Basado en: Filbay SR et al. Br J Sports Med. 2023;57:1490–1497.
Desafiando todo lo que sabíamos sobre el LCA
Durante décadas, se ha dado por sentado que un ligamento cruzado anterior (LCA) roto no se cura por sí solo. La cirugía reconstructiva ha sido considerada el camino lógico y habitual. Sin embargo, una investigación publicada en 2023 ha abierto la puerta a un enfoque revolucionario: el Protocolo de Refuerzo Cruzado (Cross Bracing Protocol, CBP).

¿En qué consiste este protocolo?
El CBP propone un cambio de paradigma: en lugar de operar directamente, se inmoviliza la rodilla en 90° de flexión durante 4 semanas para facilitar que los extremos rotos del LCA entren en contacto y puedan iniciar un proceso de curación. A partir de ahí, se recupera el movimiento de forma progresiva, siempre acompañado de rehabilitación dirigida por fisioterapeutas.
Este protocolo consta de las siguientes etapas:
Inmovilización a 90° con ortesis especial (4 semanas): La rodilla se mantiene en flexión completa para aproximar los extremos del ligamento.
Recuperación progresiva del rango de movimiento (semanas 5 a 12): Se ajusta la ortesis semanalmente para aumentar gradualmente la movilidad.
Rehabilitación estructurada con control neuromuscular y fuerza: Se enfoca en el control neuromuscular y fortalecimiento muscular bajo supervisión profesional
Evaluación funcional antes del retorno al deporte (>9 meses): Se realizan pruebas para asegurar la recuperación completa antes de retomar actividades deportivas.
¿Qué demuestra el estudio respecto a este protocolo?
El estudio desafía la idea de que el LCA "no puede curarse", observándose no solo tejido ligamentoso continuo en las resonancias, sino que además los pacientes con mejor curación mostraban mejores resultados clínicos:
El 90% de los pacientes mostr´´o signos de curación del LCA en la resonancia magnética.
Quienes presentaban mejor curación (grado 1) tenían:
Mejor función de rodilla.
Mejor calidad de vida.
Mayor retorno al deporte (92%).
Mayor laxitud articular.
¿Es para todo el mundo?
No. El CBP no es una solución universal. Requiere cumplir varios criterios:
Diagnóstico de rotura completa en las primeras semanas.
Alta adherencia al protocolo.
Ausencia de lesiones que requieran cirugía urgente (como ciertos desgarros meniscales).
Motivación y compromiso del paciente.
Aún así, el CBP abre una vía prometedora para quienes desean evitar la cirugía y están dispuestos a seguir un proceso muy estructurado.
Nuestro consejo profesional
Si has sufrido una rotura de LCA recientemente y buscas alternativas a la cirugía, este enfoque puede interesarte. Lo importante es evaluar tu caso de forma personalizada, con resonancia magnética, valoración clínica y acompañamiento fisioterapéutico desde el primer momento.
En nuestra clínica, te ayudamos a explorar todas las opciones basadas en la mejor evidencia disponible y adaptadas a tus objetivos de vida y actividad.
Si has sufrido una lesión de rodilla, pide una valoración personalizada. Volver a tu deporte es posible. Volver con seguridad, también.
Preguntas frecuentes
¿Esto quiere decir que ya no hace falta operarse del LCA?
No necesariamente. El protocolo CBP es una alternativa en casos seleccionados y con supervisión experta.
¿Es mejor que la cirugía?
Depende del perfil del paciente. El CBP ha mostrado resultados prometedores, pero aún se estudia su eficacia a largo plazo.
¿Puedo hacerlo por mi cuenta?
No. Es imprescindible que el protocolo sea guiado por fisioterapeutas y médicos entrenados en su aplicación.
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