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EJERCICIO TERAPÉUTICO Y DOLOR LUMBAR: LO QUE NOS DICE LA CIENCIA EN 2025

Basado en J. Clin. Med. 2025;14:5942

El dolor lumbar es uno de los motivos de consulta más frecuentes en población general y en personas activas. Aunque es un cuadro muy común, la evidencia científica continúa avanzando para entender qué tipo de ejercicio funciona mejor y para quién.

La umbrella review analizada en esta entrada recoge 88 revisiones sistemáticas y miles de pacientes. Su valor no está en identificar “el mejor ejercicio”, sino en mostrar qué principios comparten los tratamientos eficaces y qué debe guiar la práctica clínica moderna.


El ejercicio funciona, y lo hace por múltiples mecanismos


El 83% de los estudios muestra mejoría del dolor independientemente del tipo de ejercicio. Ningún estudio mostró empeoramiento. Esto permite transmitir al paciente un mensaje clave: Moverse es seguro y la columna está diseñada para doblarse, rotar, cargar y adaptarse.



Gráfico en barras donde se representa cómo cambió el dolor en los pacientes después de recibir diferentes tratamientos para el dolor lumbar. J. Clin. Med. 2025;14:5942
Gráfico en barras donde se representa cómo cambió el dolor en los pacientes después de recibir diferentes tratamientos para el dolor lumbar. J. Clin. Med. 2025;14:5942

¿Por qué funciona el ejercicio?

Porque actúa sobre múltiples sistemas:

  • Mejora la fuerza y capacidad física

  • Regula la sensibilidad del sistema nervioso

  • Mejora estado de ánimo y sueño

  • Aumenta la tolerancia al movimiento

  • Reduce incertidumbre

  • Potencia la sensación de capacidad (autoeficacia)

  • No funciona solo por “fortalecer”, sino por interacciones fisiológicas, conductuales y cognitivas.


No existe “el mejor ejercicio”: existe el que mejor encaja contigo

Las revisiones recientes coinciden: Ningún tipo de ejercicio es superior al resto. Lo que importa es que el programa esté adaptado a la persona, a su historia, preferencias y objetivos. A nivel práctico, podemos agrupar los enfoques en cinco grandes familias:


1. Fortalecimiento muscular

Es el enfoque con mayor respaldo. Incluye fuerza global, tren inferior, cadera y tronco. Especialmente útil cuando el objetivo es:

  • Mejorar función

  • Volver a correr o saltar

  • Levantar peso

  • Rendir en trabajos físicamente exigentes

La capacidad física es un modulador central del dolor (Hodges).


2. Ejercicio aeróbico

Caminar, bici, elíptica, nadar. Mejora:

  • Dolor

  • Energía y ánimo

  • Tolerancia al esfuerzo

  • Estrés y sueño

Los estudios de Maher y Saragiotto muestran que es tan eficaz como otros enfoques cuando se programa de forma progresiva.


3. Entrenamiento de movimiento / Control motor

Esto NO es mente-cuerpo. Es entrenamiento de patrones de movimiento y regulación de protección.

Incluye ejercicios orientados a:

  • Mejorar la coordinación tronco-cadera

  • Reducir rigidez y contracción excesiva (“over-bracing”)

  • Aumentar variabilidad del movimiento

  • Restaurar patrones más fluidos y naturales

  • Sincronizar respiración y movimiento sin tensión

Especialmente útil en personas con episodios recurrentes, rigidez matutina o movimientos evitados.


4. Exposición a actividades

Incluye:

  • Tareas del día a día

  • Recuperar actividades abandonadas por miedo

  • Progresiones hacia actividades que importan al paciente (correr, jugar con hijos, deporte, trabajo físico)

Es un trabajo de exposición gradual, centrado en recuperar función y confianza.


5. Enfoques multicomponentes (Guías 2023–2025, Maher, Van Tulder)

Son los programas más completos y mejor respaldados.

Combinan:

  • Ejercicio adaptado (cualquier modalidad eficaz)

  • Educación sin miedo

  • Estrategias para reducir evitación

  • Fortalecimiento + caminata progresiva

  • Hábitos saludables (sueño, estrés, actividad diaria)

  • Exposición a tareas relevantes para la persona

Buscan mejorar capacidad, reducir amenaza innecesaria y aumentar autoeficacia.


Gráfico con barras de diferentes colores donde se muestra qué tipos de ejercicio producen más beneficio en el dolor lumbar. J. Clin. Med. 2025;14:5942
Gráfico con barras de diferentes colores donde se muestra qué tipos de ejercicio producen más beneficio en el dolor lumbar. J. Clin. Med. 2025;14:5942


La adherencia importa más que el tipo de ejercicio

Los programas individualizados, con objetivos significativos y progresión adecuada, logran mejores resultados que los protocolos rígidos.

Incluso intervenciones sencillas como caminar, nadar o rutinas básicas de fuerza muestran resultados comparables a programas más complejos cuando se sostienen en el tiempo.


Preguntas frecuentes

¿Cuál es el mejor ejercicio para el dolor lumbar?

No existe uno universal. Se elige según preferencias, objetivos y tolerancia.


¿Es seguro hacer ejercicio si tengo dolor lumbar?

Sí. La evidencia muestra que moverse es seguro en la mayoría de casos.


¿Necesito ejercicios específicos para mi columna?

La personalización ayuda, pero no por “corregir” estructuras, sino para mejorar adherencia, confianza y progresión.


 
 
 

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