EJERCICIO TERAPÉUTICO Y DOLOR LUMBAR: LO QUE NOS DICE LA CIENCIA EN 2025
- Alvaro Rodriguez Franco
- hace 3 días
- 3 Min. de lectura
Basado en J. Clin. Med. 2025;14:5942
El dolor lumbar es uno de los motivos de consulta más frecuentes en población general y en personas activas. Aunque es un cuadro muy común, la evidencia científica continúa avanzando para entender qué tipo de ejercicio funciona mejor y para quién.
La umbrella review analizada en esta entrada recoge 88 revisiones sistemáticas y miles de pacientes. Su valor no está en identificar “el mejor ejercicio”, sino en mostrar qué principios comparten los tratamientos eficaces y qué debe guiar la práctica clínica moderna.
El ejercicio funciona, y lo hace por múltiples mecanismos
El 83% de los estudios muestra mejoría del dolor independientemente del tipo de ejercicio. Ningún estudio mostró empeoramiento. Esto permite transmitir al paciente un mensaje clave: Moverse es seguro y la columna está diseñada para doblarse, rotar, cargar y adaptarse.

¿Por qué funciona el ejercicio?
Porque actúa sobre múltiples sistemas:
Mejora la fuerza y capacidad física
Regula la sensibilidad del sistema nervioso
Mejora estado de ánimo y sueño
Aumenta la tolerancia al movimiento
Reduce incertidumbre
Potencia la sensación de capacidad (autoeficacia)
No funciona solo por “fortalecer”, sino por interacciones fisiológicas, conductuales y cognitivas.
No existe “el mejor ejercicio”: existe el que mejor encaja contigo
Las revisiones recientes coinciden: Ningún tipo de ejercicio es superior al resto. Lo que importa es que el programa esté adaptado a la persona, a su historia, preferencias y objetivos. A nivel práctico, podemos agrupar los enfoques en cinco grandes familias:
1. Fortalecimiento muscular
Es el enfoque con mayor respaldo. Incluye fuerza global, tren inferior, cadera y tronco. Especialmente útil cuando el objetivo es:
Mejorar función
Volver a correr o saltar
Levantar peso
Rendir en trabajos físicamente exigentes
La capacidad física es un modulador central del dolor (Hodges).
2. Ejercicio aeróbico
Caminar, bici, elíptica, nadar. Mejora:
Dolor
Energía y ánimo
Tolerancia al esfuerzo
Estrés y sueño
Los estudios de Maher y Saragiotto muestran que es tan eficaz como otros enfoques cuando se programa de forma progresiva.
3. Entrenamiento de movimiento / Control motor
Esto NO es mente-cuerpo. Es entrenamiento de patrones de movimiento y regulación de protección.
Incluye ejercicios orientados a:
Mejorar la coordinación tronco-cadera
Reducir rigidez y contracción excesiva (“over-bracing”)
Aumentar variabilidad del movimiento
Restaurar patrones más fluidos y naturales
Sincronizar respiración y movimiento sin tensión
Especialmente útil en personas con episodios recurrentes, rigidez matutina o movimientos evitados.
4. Exposición a actividades
Incluye:
Tareas del día a día
Recuperar actividades abandonadas por miedo
Progresiones hacia actividades que importan al paciente (correr, jugar con hijos, deporte, trabajo físico)
Es un trabajo de exposición gradual, centrado en recuperar función y confianza.
5. Enfoques multicomponentes (Guías 2023–2025, Maher, Van Tulder)
Son los programas más completos y mejor respaldados.
Combinan:
Ejercicio adaptado (cualquier modalidad eficaz)
Educación sin miedo
Estrategias para reducir evitación
Fortalecimiento + caminata progresiva
Hábitos saludables (sueño, estrés, actividad diaria)
Exposición a tareas relevantes para la persona
Buscan mejorar capacidad, reducir amenaza innecesaria y aumentar autoeficacia.

La adherencia importa más que el tipo de ejercicio
Los programas individualizados, con objetivos significativos y progresión adecuada, logran mejores resultados que los protocolos rígidos.
Incluso intervenciones sencillas como caminar, nadar o rutinas básicas de fuerza muestran resultados comparables a programas más complejos cuando se sostienen en el tiempo.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es el mejor ejercicio para el dolor lumbar?
No existe uno universal. Se elige según preferencias, objetivos y tolerancia.
¿Es seguro hacer ejercicio si tengo dolor lumbar?
Sí. La evidencia muestra que moverse es seguro en la mayoría de casos.
¿Necesito ejercicios específicos para mi columna?
La personalización ayuda, pero no por “corregir” estructuras, sino para mejorar adherencia, confianza y progresión.










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